Los últimos 3 días de liquidaciones en el mercado (-3.4% el S&P 500, -4.4% en Europa, o -4.2% para los BRIC) generó un debate sobre si estamos o no frente a un retroceso más serio. Algunos dicen que el rally previo no fue genuino ni basado en una mejora en los fundamentals. Valores como -10/-20% vuelven a resonar en los medios. Inversores que siguen esta línea argumental están inclinados a disminuir el riesgo, incrementar las posiciones de cash y la exposición a instrumentos de corto plazo a “tasas libres de riesgo”. Otros lo llaman realizar una toma de ganancias.

Nuestra visión de base continua siendo consistente con las ideas expresadas aquí desde Noviembre pasado, algunas de las cuales ya son parte de la visión dominante (están invitados a leerlo a continuación). OK, dejémonos el marketing y vayamos al punto.

Nuestra visión fundamental es que la recuperación que está en camino es genuina, pero va a mostrar mediocres tasas de crecimiento en los países del G7, siendo superadas por las de los buenos países emergentes. Estamos en la fase de crecimiento positivo del ciclo económico, aunque la fase negativa no fue causada por un shock típico al sistema. Continuamos temiendo un problema de inflación en los países cuya respuesta a la crisis fue una feroz expansión fiscal y monetaria, y es por eso que vemos con buenos ojos los commodities, bonos con poca duration, instrumentos indexados por la inflación y monedas fuera de las del G3.

Los datos económicos a nivel global desde principios de Julio muestran algunos signos para esperanzarse. El momentum en materia de recuperación se está expandiendo a más países y a más sectores. Puede ser interpretado como el resultado de todo el estímulo impulsado por EE.UU. y Europa, pero pensamos que aun estos datos carecen de un punto importante. Los analistas económicos tienden a observar indicadores del lado de la demanda, poniendo demasiado énfasis en el dato de consumo. Pero observar el lado de la oferta es igualmente importante, y esto suele ser pasado por alto. La última temporada de reporte de ganancias de las empresas mostró el retorno a los resultados positivos, sobre todo en EE.UU. Cierto es que se debió principalmente a la reducción de costos y solamente un poco a incrementos en los ingresos, pero esto no es necesariamente negativo, pues muestra lo rápido que ajuste y flexible que es la economía americana. Adicionalmente, la productividad (el real impulsor del crecimiento) volvió a crecer (EE.UU. recientemente reportó el segundo mes consecutivo de crecimiento de la productividad a ritmos del 6.5%/6.6%). La industria es quizás el primer sector en mostrar un crecimiento, de hecho algunos analistas pronostican un crecimiento del 3% para la segunda mitad del corriente año para los EE.UU. (tasa anualizada). El crecimiento tiende a ser cada vez mayor a medida que nos alejamos de países del G3.

Como punto positivo están los buenos datos económicos a nivel global, especialmente del lado de la oferta. Como punto negativo tenemos miedo que los bancos sigan teniendo pérdidas provenientes de las hipotecas a inmuebles comerciales. Esto sin mencionar la incertidumbre política, especialmente en los EE.UU.  y Europa (reforma en el sistema de salud?).

Nuestro portafolio refleja una posición en acciones del 25-30%, con especial énfasis en Asia y mercados emergentes. Nuestra posición en commodities alcanza el 15% (incluyendo los sectores agrícolas, de energía y de materias primas). En lo que respecta a las inversiones en renta fija mantenemos títulos con poca duration, y creemos que todavía no es tarde para incursionar en instrumentos indexados por inflación (entre 5% y 10%). Mantenemos exposición a bonos corporativos tanto en la categoría de investment grade como en la de high yield (también con poca duration), e instrumentos líquidos o cash está entre el 10-20% dependiendo del portafolio.

Claramente el camino de salida de la crisis más importante de los últimos 80 años no va a ser lineal y suave, pero nuestra creencia es que la crisis financiera de fines del año pasado no quebró las principales fuentes de crecimiento en la productividad, innovación y creatividad. Sí destruyó riqueza, al mismo tiempo que dañó en diversos aspectos a los mercados financieros. A pesar de que el método normalmente aplicado para asignar los ahorros a inversiones parece estar obstruido, no pensamos que esté roto. Los mercados de crédito se normalizaron en gran medida (los spreads han vuelto a niveles “normales”), y van a continuar haciéndolo, permitiendo que las tasas de inversión se recuperen.

Es necesario todavía mantenerse prudentes y atentos, con los ojos puestos en tomar más riesgos y reducir los niveles de cash. La exposición a acciones junto con la de commodities no implica necesariamente una mayor exposición al mercado, y un reacomodamiento en los precios durante Septiembre puede ser una buena oportunidad de asumir esos riesgos.

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